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Doha´12 (Qatar): Un día por tierras Qatarís


Qatar es un emirato del Oriente Medio ubicado en una pequeña península en el golfo Pérsico. Es el segundo país de menor extensión del golfo, después de Baréin. Limita al sur con Arabia Saudí, y lo rodea el golfo de Arabia (golfo Pérsico) por el resto de su territorio. Catar es muy rico en reservas de petróleo, y es el tercer país en reservas de gas del mundo.
Los primeros habitantes históricos de Catar fueron los cananeos. El islam llegó en el siglo VII, y llevó a Catar a formar parte sucesivamente de los califatos omeya y abasida. Catar fue en la Edad Media una importante escala en la ruta que llevaba de BasoraOmán. También fue un importante nido de piratas hasta prácticamente el siglo XIX.5

Durante muchos siglos, estuvo en manos de los persas. Luego pasaría a formar parte del Imperio otomano, hasta su desmembración en 1915. El emir 'Abd Allāh firmó un tratado con el Reino Unido (1916), merced al cual el emirato se convirtió enprotectorado británico.
Tras la decisión británica de abandonar el golfo Pérsico en 1971, Catar ingresó en la Federación de Emiratos Árabes del Golfo Pérsico(1968). Obtenida su independencia (1971), se retiró de la Federación, firmó un tratado de amistad con los británicos e ingresó en laLiga Árabe y en la ONU (1971). 
Luego tras un golpe de Estado y algún que otro suceso más, la que en antaño no fue más que una pequeña villa nómada con una más que reducida población, comenzó a transformarse estrepitosamente. La llegada de los petrodolares empezarón a cimentar la creación de sotisficados y modernos rascacielos y hoteles de de superlujo. Las pequeñas balsas y dhows fueron en su mayor parte remplazadas por yates y barcos de lujo, y sobretodo la economía empezó a crecer vertiginosamente con un aumento considerable de la población...
Ahora, Qatar goza de una economía potente gracias al gas y al petróleo y con su aeropuerto internacional de Doha y su aerolínea bandera de Qatar Airways, que llega a unos 100 destinos distintos del mundo, Qatar se ha convertido en un potente lugar turístico que recibe más de veinte millones de visitantes al año.

Tras mi viaje por el Sudeste Asiático del 2012 decidí antes de regresar a España pasar un día por Doha, la capital de Qatar. Desde Bali fui con Qatar Airways a Doha en un vuelo directo. Salía por la tarde noche desde Denpasar, Bali, con lo que en Doha estaba entorno a las 6 de la madrugada. Mi vuelo hacía Madrid salía a las 2 de la mañana del día siguiente, con lo que me daba tiempo como para poder hacer una completa visita a la capital, ya que lo que es en si la ciudad tampoco tiene demasiados lugares que visitar. Ya si se quiere ir a las afueras, como al desierto, se necesita algo más de tiempo, ya que esta alejado de la ciudad y además si se quieren visitar las Dunas se  debe ir en todo terreno o moto, siendo no muy económico para el viajero desarrollar estas actividades. A mi se me ocurrió preguntar precios y se me quitaron totalmente las ganas. 
Para entrar al país es necesario tener el pasaporte con 6 meses de vigencia como mínimo, sin que estos caduquen en el viaje y pagar un visado que al cambio son como unos 20€ más o menos. El pago se puede hacer con tarjeta de crédito. Para los no españoles, mejor deberíais ver los requesitos de cada país para entrar a Qatar, pero por lo general no es difícil acceder al país. Tras pagar el correspondiente visado, que por cierto es valido para hasta 2 semanas, entre definitivamente al país sin practicamente haber dormido en un día y medio y con casi 24h por delante hasta mi vuelo de vuelta  a casa. Nada más salir me hice con uno de los planitos de la ciudad que puedes conseguir en los mostradores de alquilerea de coches. En un principio intente alquilar uno y con el recorrer los recóndijos de la ciudad, pero tras preguntar en todos practicamente no quedaban ni uno y los pocos que había, o bien eran demasiado grandes o 4X4, y se iban de mi presupuesto, superando los 100€ por día. Así que resignado y sin poder guardar la mochila para mi andadura por la ciudad, y es que en el aeropuerto no hay lugar para dejarla, me puse rumbo  a la ciudad. A la salida son muchos los taxistas que ofrecen sus servicios para llevarte hasta la ciudad, realizar excursiones o incluso llevarte al desierto. Estuve negocionado con alguno que otro, pero lo de las dunas era excesivamente caro y me demoraba mucho tiempo para mi visita por la ciudad. Decidí ir caminando por toda la ciudad con mi mochila a cuestas, y a pesar de que mi mochila no es muy grande, se hace enorme tras casi dos días sin dormir y tantos meses de viaje. Los taxistas no daban crédito a lo que veían, y es que un turista se iba andando del aeropuerto a la ciudad con una mochilon. Aún así me advirtieron de que ahora podría hacerlo, pero que en unas horas, así como a las 11 o 12 de la mañana, me sería casi imposible debido al sofocante calor que hace. Así que concienciado de ello salí rápidamente del aeropuerto sin demasiada idea de que visitar por la ciudad, ya que practicamente mi conocimiento sobre esta ciudad era nulo. A pesar de ello y con el mapita turístico que conseguí en el aeropuerto, salí de este a visitar la ciudad de Doha..
Me dirigí sin mas dilación a Al Corniche , el paseo marítimo de la ciudad que va desde el puerto por toda la costa de la ciudad. Mi primer destino era el comienzo de la calle, que está a tan solo unos 15 o 20 minutos a pie del aeropuerto. Allí mi primera parada era el puerto y ya desde allí pretendía seguir todo el paseo marítimo hasta el Zoco Viejo, lo que era una buena primera caminata. Aún así el Sol todavía no pegaba con fuerza y mi recorrido hasta Al Corniche no fue muy duro. Durante el trayecto al puerto (Doha port), justo al inicio de este pude ver unos pequeños mercadillos improvisados, a orillas del agua, donde vendían un pescado fresco que muy buena pinta hacía. Allí algunos clientes se hacían con el pesado más fresco de la ciudad, recién traído del mar.



El puerto no es que sea especialmente bonito de ver, pero desde allí como decía comienza Al Corniche y justo pegado se tiene el Museo de Arte Islámico, según parece interesante de ver, aunque yo no entre. Desde allí está muy cerca el Doha Harbor, donde se pueden apreciar barcas tradicionales de madera y ya unas magnificas vistas del Skyline de Doha, con sus modernos rascacielos. Aunque desde luego lo mejor es apreciarlos de noche, donde las luces toman protagonismo y envuelven sus edificios.

El Doha Harbor esta muy cerca del Zoco Viejo o conocido allí por Souq Waqif. Son unos cinco o diez minutos a pie, pero el calor ya comenzaba a apretar y decidí cobijarme un rato entre la sombra de una palmera en Al Corniche. Al Corniche tiene un montón de lugares donde cobijarse del Sol entre sus palmeras del paseo y sus cuidados y verdes suelos. Por el paseo son mucha la gente que por las mañanas temprano y al atardecer salen a correr. Entre medias es difícil hacerlo debido al calor extremo y la calle se encuentra casi deshabitada. No así los coches, que pasan por Al Corniche a toda velocidad y a veces resulta complicado cruzar de un lado al otro. Esto me sucedió a mi a la hora de atravesar Al Corniche desde Doha Harbor a El Zoco Viejo. Tras un buen rato conseguí pasar y fui a la que para mi sería la zona más interesante de la ciudad: El Zoco Viejo.
El Zoco Viejo o Souq Waqif es sin duda la zona más tradicional de Doha y lugar donde se desarrolla la actividad comercial a escala pequeña, en donde poder comprar un montón de cosas que dan ganas de llevarte a casa o disfrutar de un exquisito zumo de frutas a la sombra. Con una historia de más de cien años, ha sido restaurada y recuerda como vivían sus gentes en el pasado antes de la llegada de los petrodolares. En torno al Zoco Viejo se abre una serie de callejones y galerías comerciales en las cuales hay  restaurantes y tiendas tradicionales. Este lugar cuenta con una animada vida nocturna, quizás la mejor de toda la ciudad, justo al caer el Sol, cuando todo el mundo sale a la calle. Los edificios aquí son de dos plantas a lo máximo, siendo sólo más alta la torre en espiral del centro Cultural Islámico de Qatar (Fanar).


Durante el trayecto por la ciudad y en especial de camino al Zoco Viejo, pude apreciar un montón de señales de trafico bastante divertidas y curiosas que informaban de los diferentes peligros al volante en las carreteras.







Al Zoco viejo llegue más o menos sobre las 11 de la mañana. A esas hora no es que este demasiado animada la zona, ya que como antes decía esto se anima cuando empieza a oscurecer y el sofocante calor deja paso a una agradable brisa. A partir de entonces el sol se descubrió definitivamente y empezó a apretar de manera sofocante. Por ello decidí hacer un stop y cobijarme bajo una sombra en una de las terrazas del Zoco Viejo. En especial un lugar pequeño situado en la calle principal donde hacen unos zumos de frutas espectaculares. En especial recomiendo el zumo mixto, que es extraordinario. Allí descanse durante un buen rato e incluso conocí a gente en su busca de un lugar donde poder cobijarse del Sol. Mientras estaba disfrutando de mi zumito de frutas, una pareja de Singapore, de unos 50 años buscaban un lugar de sombra, pero realmente yo era el único que disponía de ella en mi mesa, así que sin pensarmerlo dos veces les invite a sentarme conmigo. Igualmente de esta manera conocí a un Marroquí muy majete que vivía en Doha y más tarde haría las veces de anfitrión en mi breve estancia en Doha, acompañandome en mi aventura por la ciudad.
Entre las callejuelas del Zoco Viejo es fácil ver a una especie de guardia urbana paseando y haciendo guardia por la zona, aunque es más que todo una exhibición para el turista.
Fuimos testigo de una fuerte discusión entre un turista que realizó una foto a unas señoras con una especie de Burka. La verdad es que fueron bastante agresivas con el, a pesar de que no se les ve casi ni los ojos, a pesar de ello es irrespetuoso. Igualmente con otras formas se le puede pedir a alguien que borre la foto. Por ello decidí hacer yo una e inmortalizar el momento.
Por la mañana en el Zoco Viejo son pocas las personas que dejan verse por estas calles, más que algún turista o algún que otro jeque que nada tiene que hacer más que comer y matar el tiempo. Se les puede ver  a todos ellos bien entrados en carne, síntoma de la sedentaria vida que llevan debido en particular a los privilegios que los qataríes de pasporte tienen aquí en el Emirato. Mientras los extranjeros trabajan durante la mayor parte del día y mucho, los qataríes de pasaporte pasan los días viviendo una vida de excesos y derroches. Cuando una empresa contrata a un qatarí, recibe elevadas subvenciones del Estado independientemente de cual sea su función. Por ello muchas compañias les dan un trabajo al que ni siquiera tienen que dirigirse, contratando a un indio o pakistani para hacer el trabajo que el no hace.
Para diferenciar de los demás a un Qatarí con pedigree, solo de debe observar si lleva un atuendo tradicional de color blanco, al que le sobresale un cordón de color negro. No es fácil diferenciar de donde proceden todos, ya que muchos llevan atuendos muy parecidos, pero basicamente lo que he comentado es suficiente para saber si es Qatarí. Si en su atuendo no lleva el cordón negro, son fudamentalmente de los Emiratos Árabes o Bahrein. Los demás atuendos no me quedaron del todo claro y espero que en mis próximos viajes por Oriente Medio pueda llegar a reconocer de donde procede cada uno según su vestimenta. Para todos ellos los atuendos y cordones son una señal de identidad y por supuesto un motivo de orgullo.

Después de descansar en la terraza y tomarme nada mas y nada menos que 4 zumos mixtos, a los cuales muy generosamente me invitaron la pareja de Singapore, mi nuevo amigo de Marruecos y Yo decidimos levantarnos de la agradable sombra y recorrer un poco la ciudad. Antes le acompañe a unos tramites que debía hacer y tras una hora de mareo donde me quede mas de 20 minutos dormido en un banco esperando a que gestionara sus movidas, y lo cual me vino muy bien, fuimos visitando diferentes puntos de interés de la ciudad, aunque ni mucho menos más auténticos e interesantes que el Zoco Viejo, donde regresaríamos más tarde por la noche. 


Esta vez ya no fui andando y cargando con mi mochila, sino que comencé a usar taxis, que aunque no son fáciles de conseguir, son bastante económicos  y sobre todo frescos para moverse.  Son de color azul y forman parte de una compañía privada totalmente independiente del Estado, por eso y porque todo el mundo posee coche privado, no hay demasiados taxis. Debido a ello existe un buen número de taxistas clandestinos que completan la escasez de taxis, aunque a precios algo mas elevados y sólo desde los puntos más turísticos o centros comerciales de la ciudad.
Mi amigo empezó a hacerme de anfitrión en la ciudad que le llevaba cobijando cerca de dos años. Primero nos dirigimos al centro financiero de la ciudad, donde están los modernos rascacielos que impresionan incluso más desde cerca. Aunque para verlos a todo juntos se debe hacer desde Al Corniche, donde se tiene las mejores vistas del Skyline de Doha. Allí se encuentra el City Centre Shoping Mall, lugar donde qatarís y expatriados realizan compras y encuentran las marcas más sofisticadas del mundo. Un moderno centro comercial que desgraciadamente albergo esa reciente tragedia donde un incendio acabo con la vida de varios niños que se encontraban en una guardería que los cuida para que los padres puedan realizar las compras tranquilamente. En el medio del centro comercial hay una pista de hielo enorme que imita un poco a la del Rockerfeller centre de Nueva York. No hay mucho que hacer aquí mas que ir de compras o resguardecerse del sofocante calor. 


Después fuimos al Villagio Shopping Mall, justo enfrente del estadio internacional Khalifa, donde se halla una moderna villa olímpica, que resulta interesante de ver. Aquí se desarrollaron recientemente los juegos de los Emiratos Unidos y pronto se celebrará creo un Mundial o Eurocopa. El Villagio es un espectacular centro comercial que se asemeja bastante a los interiores de los casinos de las Vegas, con la diferencia de que en vez de máquinas traga perras o mesas de poker o black Jack, hay comercios y restaurantes. Dentro de este centro comercial se puede uno transportar de Nueva York a Venecia sin salir del mismo sitio. Aquí aprovechamos para comer algo, ya que desde la 6 de la mañana que había llegado a Doha nada más que me había tomado unos zumos de frutas, aunque la verdad es que me habían dado bastante energía, junto con la siestecita que me había pegado en el banco.

Luego visitamos un poco las instalaciones de la villa Olímpica con sus estadios y su gran pirindolo o torre de un montón de metros de altura y al que no es posible acceder, siendo un exclusivo hotel si bien no me equivoco o incluso una antena o ambas cosas, la verdad es que ahora mismo ya no me acuerdo. En la misma villa se encuentra uno de los mejores hoteles de la ciudad, donde por ejemplo se hospedaron los jugadores del Real Madrid en su gira veraniega por este país.

También muy muy cerca, como a unos 10 minutos andado hay un pequeño restaurante donde tomarse una coca cola o te a orillas de un lago con vistas a la villa. Para acceder a este lugar se debe ser familiar de un Qatarí o tener una especie de invitación. Aunque si les dices que trabajas allí y pasas de ellos un poco se puede acceder. La verdad es que sin mi amigo no hubiera podido entrar, ya que era un lugar que a él personalmente le gustaba mucho y que solía frecuentar y por tanto se sabía la manera de entrar.
Después decidimos acercarnos Al Corniche y así poder ver las vistas del Skyline antes de que anocheciera, ya que poco faltaba para que esto sucediera. Cogimos nuevamente un taxi, ya que esta zona no esta del todo cerca y fuimos Al Corniche, justo pasado el Doha Harbor en dirección Norte, ya que allí se obtiene las mejores vistas del Skyline de Doha. Allí estaríamos un buen rato disfrutando de la brisa del mar y esperando a que el Sol se escondiera definitivamente. Incluso conocimos a un grupo de Filipinos que se encontraban visitando la ciudad. Debido a las tormentas de arena, a la contaminación y a que llevaba  2 meses sin llover, la ciudad se encontraba envuelta por una capa gris-marrón que no permitía ver del todo claro el Skyline.


En cuanto se fue la luz nos dirigimos al Zoco viejo nuevamente, ya que sobre estas horas ya empezaba a animarse. Antes de que fuera completamente de noche, visitamos sus callejuelas repletas de tiendas de todo tipo. Me sorprendió una de las zonas donde se encontraban varias tiendas de venta de animales exóticos tales como aves, mamíferos y otros animales que jamás había visto. La verdad es que es bastante interesante pasear por estas antiguas y estrechas callejuelas del Zoco Viejo, a pesar de que no este precisamente a favor de que estos animales se encuentren en cautividad y metidos en jaulas de reducido tamaño..

Ya cuando el día dejo paso a la noche, las calles del Zoco Viejo se llenaron de gente dispuesta a cenar en sus exquisitos restaurantes, tomarse algo o fumar un poco de ShiSha. 
Mientras paseábamos por las callejuelas en busca de un lugar donde tomarnos algo, mi amigo se encontró con unos conocidos suyos  que también residían en la ciudad y juntos disfrutamos de una más que agradable cena en las calles del Zoco Viejo.


Después de compartir todo el día, llego la hora de separar nuestros caminos y mientras mi amiguete se marchaba a casa a descansar, mi objetivo era la de apreciar la ciudad de noche. Y como no, el mejor lugar para hacerlo era Al Corniche. Por la noche las vistas del Skyline con sus rascacielos cambiando de color es espectacular y estar en el malecón con la fresca brisa del mar golpeando la cara, observando este espectáculo de luces, bien merece la pena de ver.

Tras estar más de una hora observando las vistas sentado sobre el malecón, se hizo ya la hora de regresar al aeropuerto para coger mi vuelo a Madrid. Si bien recuerdo era como a las 2 de la mañana, pero cuando ya me las prometía muy felices para volver, me di cuenta que el vuelo no era a las 2, sino a las 7, con lo que tenía 5 horas por delante en el aeropuerto. Después de haber dormido solo unos pocos minutos durante dos días debía intentar permanecer despierto para no perder el avión, ya que dudaba despertarme si me ponía una alarma debido a lo cansado que estaba. Finalmente me metí en un bar-restaurante del aeropuerto y allí me eche una buena cabezadita, hasta que por fin pude hacer el checking y dirigirme al avión. 
Durante mi estancia de 24 horas por la ciudad de Doha pude conocer gran parte de esta ciudad, aunque algún que otro lugar se me quedo en el tintero, tal como el Pearl Qatar. La Perla de Qatar es otro alarde de la exclusividad absoluta y de inversión megamillonaria. Un proyecto que ha tenido varios antibajos a lo largo de su construcción pero que a fecha de hoy se encuentra practicamente terminado. Con más de trece islas, apartamentos y villas privadas de lujo, hoteles de 5 estrellas y centros comerciales con las firmas de mayor actualidad, le ha ganado más de treinta kilómetros del litoral Qatarí.


También me quede a las puertas de conocer las dunas del desierto Qatarí , que se encuentra a las afueras de la ciudad, a mas de 1 hora del centro. Luego allí es necesario alquilar un todoterreno o moto offroad para recorrer sus dunas, y como comentaba antes era excesivamente caro.


Doha me sorprendió gratamente y ha sido un buen punto de partido para mis futuros viajes por Oriente medio y próximo. La verdad es que el mundo árabe es de lo mas interesante y la vida en el desierto le da el toque al lugar. Un día puede ser suficiente para empaparse un poco de esta moderna ciudad, y a mi la verdad es que me fue más que suficiente. 

En cuanto a temas de derechos, Qatar todavía se halla algo obsoleto con ridículas prohibiciones y las mujeres y los hombres todavía tienen muchas diferencias entre unos y otros. Por ejemplo esta prohibido llevar a una chica a tu casa u hotel sino estas casado con ella, algo que en este siglo parece bastante difícil de creer. Tampoco esta permitido besarse en público, pudiendo ser multado o llevado a comisaria en casos extremos. A pesar de ello el país va poco a poco cambiando hacia la europealización y creo que de aquí en unos años todas estas innecesarias medidas desapareceran, al igual que en su vecina Dubai...

Después de mis 5 horas de espera en el aeropuerto, definitivamente regrese a España nuevamente con Qatar Airways, y tras un vuelo tranquilo llegue a Madrid después de algo más de 3 meses viajando por el Sudeste Asiático, con esta pequeñisima incursión por el mundillo árabe de Qatar...

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